Abstract:
El potencial de la tecnología digital para ayudar a las personas con discapacidad siempre ha sido conocido. Las capacidades de los dispositivos digitales han ido mejorando de manera tan impresionante durante tanto tiempo, que es común suponer que paralelamente sucede lo mismo con la accesibilidad. Desafortunadamente, la accesibilidad para las personas con discapacidad no es segura ni constante y, de hecho, se requiere un esfuerzo consciente y sistémico para garantizar que se realice el potencial de las tecnologías digitales para la inclusión. La accesibilidad digital se entiende mejor como una cadena de dependencias donde la capacitación, el hardware, el software, el contenido y los estándares deben trabajar juntos en armonía, y cada uno de estos elementos debe entenderse como un proceso dinámico. Por ejemplo, los teléfonos inteligentes pueden ser incompatibles con los audífonos que necesitan las personas sordas, las pantallas táctiles son demasiado sensibles para las personas con discapacidad motora y las páginas web a menudo carecen de las etiquetas de texto que necesita el software de lectura de pantalla que usan los ciegos. Incluso si se corrige cada uno de estos ejemplos, la accesibilidad puede ser de corta duración si no se corrigió el proceso de producción detrás de ese hardware o software, ya que el mundo digital se actualiza constantemente. Los procesos de capacitación, diseño de hardware, desarrollo de software, producción de contenido y definición de estándares deben llevarse a cabo teniendo en cuenta la accesibilidad y la asequibilidad.