Abstract:
Da inicio con el argumento de que la educación inclusiva para estudiantes con discapacidad a menudo no es posible sin su acceso a la tecnología de asistencia adecuada para su propósito, ya que las barreras para su educación a menudo son ambientales. Afirma que, si la tecnología de asistencia facilita el aprendizaje, entonces los procesos mediante los cuales los niños con discapacidades son identificados como usuarios de la tecnología de asistencia deben tener lugar lo antes posible en el ciclo de vida. Los mecanismos asociados con la identificación temprana y la intervención temprana deben estar equipados con todos los recursos necesarios para identificar y abordar las necesidades únicas de tecnología de asistencia de cada niño en particular, pero también deben tener una visión prospectiva del uso de la tecnología de asistencia para poder garantizar que los niños en edad escolar comiencen a beneficiarse de la tecnología de asistencia lo antes posible. El documento cierra con recomendaciones para las partes involucradas en el desarrollo de políticas y prácticas para la educación inclusiva. Se presenta un argumento adicional de que, cuando la identificación adecuada de la necesidad de tecnología de asistencia no ha tenido lugar temprano, los sistemas educativos deben estar preparados para, en colaboración con otros ministerios o departamentos, identificar, evaluar y proporcionar dicha tecnología, no solo para un uso educativo, sino para el uso integral y holístico. Se argumenta a favor de dotar adecuadamente de recursos a los “servicios de apoyo para la inclusión” y crear equipos transdisciplinarios de profesionales que puedan garantizar efectivamente el acceso equitativo y la participación de todos los niños con discapacidades en la educación inclusiva.